Inmensamente popular en Francia, su país de producción, a pesar de su árida temática, esta película* es la comprobación fehaciente de que el cine todo lo puede cuando quienes lo hacen tienen claros sus objetivos. Y un poco –no necesariamente mucho– de talento. Si algo debe obligatoriamente decirse de la coguionista, directora y actriz Valerie Donzelli es que sabía a la perfección lo que hacía al proyectar, sacar adelante, filmar y montar esta Declaración de guerra, un título que debe tomarse, desde ya, como un manifiesto (y como un hallazgo).
He aquí, entonces, el resultado de una amalgama perfecta y premeditada de tres elementos, recursos o circunstancias que en el cine moderno suelen correr por carriles diferentes. Primero –porque está originado según se fueron dando los hechos– la ...
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