El fallecimiento de Ursula K Le Guin, el pasado lunes 22 de enero en su casa de Pórtland, a los 88 años, nos deja no sólo sin una de las más brillantes escritoras de ciencia ficción, sino también sin una de las más importantes voces literarias contemporáneas, a secas. Si alguien representa esa conexión entre la escritura de género y la “literaria” es Le Guin, que dedicó su carrera a derribar prejuicios de toda clase con una obra vasta y de una originalidad deslumbrante, que le valió un amplio reconocimiento del público y de sus pares.
Nació el 21 de octubre de 1929 con el nombre Ursula Kroeber, en la ciudad de Berkeley, California. Hija menor de cuatro hermanos –tres varones–, creció en un hogar de antropólogos: su padre, Alfred L Kroeber, era un experto en los nativos americanos de Califo...
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