La fierecilla al ataque - Semanario Brecha

La fierecilla al ataque

Teatro en inglés: “The Shrew”.

El título de este espectáculo de la compañía Teapot, dedicada a llevar a escena obras habladas en inglés para los estudiantes locales, alude nada menos que a The Taming of the Shrew (“La fierecilla domada”), de William Shakespeare. Los siglos no pasan para la gran comedia del autor de Romeo y Julieta, a lo largo de la cual la protagonista, o sea, “la fierecilla” en cuestión, se hace oír en tiempos y ambientes nada predispuestos a suponer que una mujer pueda tener algo que opinar. Pero la tal dama llega a expresar aquí lo que siente con palabras que el dramaturgo eligió con la precisión, la calidad y la sutileza que siempre lo caracterizaron, en un texto que, además de sus frecuentes representaciones en los escenarios teatrales del mundo, el cine supo aprovechar tanto en el período mudo, con la pareja formada por los legendarios Douglas Fairbanks y Mary Pickford, en1929, como en un más cercano 1967, de la mano de los avasallantes Richard Burton y Elizabeth Taylor, dirigidos por el recientemente fallecido maestro Franco Zeffirelli. Como si todo eso fuera poco, el compositor Cole Porter supo trasladar el tema al campo de la comedia musical y lo tituló Kiss Me, Kate (“Bésame, Catalina”); obtuvo tal éxito en Broadway como para dar lugar, en 1953, a una adaptación cinematográfica que protagonizaron Kathryn Grayson y Howard Keel.

Tamaños antecedentes se suman sin dificultad para abrirle camino a la directora Luciana Lagisquet con el fin de sacarle buen partido a la batalla de los sexos imaginada por Shakespeare con los bríos del caso, según la adaptación que elaboran las protagonistas, Paola Larrama y Alejandra Artigalás. Por allí, ocho bien dispuestos actores en escena, que se presentan como integrantes de un elenco contemporáneo que ensaya la tragedia Titus Andronicus, del mismo autor, de pronto, deciden que es mejor internarse en una comedia, como lo es La fierecilla domada. El atento trabajo de Lagisquet atiende, entonces, no sólo a la expresión del equipo en el inglés de los clásicos, sino también a los comentarios y las vivencias que los integrantes del equipo intercambian en el lenguaje de hoy; toda una combinación idiomática para jóvenes espectadores listos para captar las diferencias y las coincidencias de un idioma en continua transformación. Y todo eso de la mano de un desarrollo en el cual, aparte del conflicto amoroso y los desacuerdos de la pareja, se cuelan alusiones al feminismo actual y a la importancia que Shakespeare le dio o no le dio al personaje de esta Katherine de armas tomar, que se mueve en un espacio dramático a cuyos lados hay lugar para que quienes no actúan en determinados momentos se muestren igualmente listos para irrumpir, con fuerza, en la puesta. El elenco incluye, además de a Larrama y Artigalás, a los incansables Lucas Barreiro, Magdalena Bosch, Manuel Botana, Elisa Fernández, Emilio Gallardo y Fernando Amaral, en una pausa de sus múltiples labores para el teatro hablado en español.

El resultado es tan contagioso como para motivar a una platea de (¡ojalá!) futuros espectadores de teatro a captar la importancia de la comunicación idiomática que encierra una representación, sea en la lengua que sea. El inglés que estudian los jóvenes asistentes les resulta tan útil para disfrutar del teatro como para comunicarse en infinidad de áreas, pero este tipo de experiencia resulta especialmente enriquecedora porque conecta el idioma con una sensibilidad cultural particular, y esa enseñanza es una tarea nada menor.

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