Pasados tres años de déficits hídricos, cuatro meses después de que la sequía hiciese que la emergencia agropecuaria se extendiese a todo el territorio nacional, recién entonces, OSE anunció que irremediablemente debía sacrificar algunas características de la calidad del agua potable que suministra al área metropolitana a efectos de prolongar el servicio por más tiempo.
La explicación ha sido reiterada. El agua con la que se atienden las necesidades metropolitanas se extrae fundamentalmente del embalse de Paso Severino, que retiene la que trae el Santa Lucía Chico, y allí casi no queda. Normalmente, ese lago llega a almacenar 65 millones de metros cúbicos del líquido. La semana pasada quedaban 12.
Esa agua se mezcla con la que se extrae cerca de la desembocadura del Santa Lucía Grande. Per...
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