Juan Carlos Larcebeau falleció en agosto de 2021 y sus restos fueron enterrados en el cementerio de Colonia. Por esos días, Larcebeau cumplía una pena de 20 años de penitenciaría por el homicidio de 29 personas, en el marco de la causa por el traslado clandestino de presos políticos en 1978. Asimismo, la Justicia italiana lo había condenado a cadena perpetua por crímenes del Plan Cóndor.
Sin embargo, esos no eran sus únicos inconvenientes ante la Justicia. Al momento de su muerte, Larcebeau enfrentaba dos demandas civiles presentadas por el Ministerio de Defensa Nacional (MDN), por un total de 352 mil dólares. Con esto, la secretaría de Estado pretendía resarcirse de los juicios perdidos contra dos hijos de sus víctimas.
En efecto, el MDN fue condenado a indemnizar a Nicolás Goycoechea –hijo de Gustavo Goycoechea y Graciela Basualdo– y a Pablo Sobrino –hijo de Guillermo Sobrino– por los delitos perpetrados por sus subordinados en el ámbito del Plan Cóndor. La justicia civil consideró que el Estado uruguayo era responsable del daño moral ocasionado a ambos por la desaparición forzada de sus progenitores.
Tras pagar las indemnizaciones correspondientes, el MDN presentó las denominadas «acciones de repetición», previstas en el artículo 25 de la Constitución de la República. Las dos demandas se ingresaron en diciembre de 2017 (véase «A por los verdes», Brecha, 29-VI-18). En una de ellas, la Justicia condenó a Larcebeau ‒aún con vida‒ a pagarle 110 mil dólares al Estado. En tanto, el otro proceso siguió su trámite, lentamente, en los tribunales uruguayos, en virtud de los recursos presentados por la defensa del militar y el impacto de la pandemia por covid-19 en el devenir de los juicios. En medio de ese proceso, Larcebeau falleció.
Ante esto, su hijo se presentó en el juzgado para solicitar el cierre del proceso civil. Entre sus argumentos, alegó que si bien era hijo del militar fallecido, no es su sucesor, ya que nunca se abrió la sucesión. Además, señaló que oportunamente «repudio la eventual herencia de su padre», por lo que carece de voluntad sucesoria.
Sin embargo, el juez Gustavo Iribarren desestimó el planteo y dispuso que el trámite siga su curso contra el hijo de Larcebeau como sucesor de parte. «Verificado el fallecimiento del demandado, la parte actora [el MDN] dio cumplimiento a la carga ‒impuesta bajo su responsabilidad‒ de denunciar como sucesor del causante a su hijo», expresó el magistrado. Se entendió la calidad de sucesor «independiente del inicio del trámite sucesorio, así como de la eventual aceptación o repudio de la herencia».
El proceso se encuentra ahora en sus etapas finales. Este jueves 27, las dos partes presentaron sus alegatos finales, por lo que el expediente pasará a estudio del magistrado para su análisis y el dictado de sentencia. El monto en disputa es significativo: la demanda presentada por el MDN en este expediente fue por 242.697 dólares.