—En la convocatoria al acto inaugural del movimiento alertaron sobre un proceso de inferiorización, desmantelamiento y fragmentación de la formación docente en Uruguay, ¿fundamentos para esos calificativos?
—Lo primero a decir es que la creación de este movimiento a favor de la formación universitaria de docentes y educadores tiene, en nuestro país, antecedentes que se remontan al siglo pasado, con Enriqueta Compte y Riqué, que ya proponía una Facultad de la Educación. Esta iniciativa surge no solo como respuesta a los cambios introducidos por la Ley de Urgente Consideración [LUC] en este campo, sino por la necesidad que tenemos de fortalecer la formación de docentes y educadores, dándole un carácter universitario que no sea nominal, sino genuino. Históricamente venía haciéndose en el país...
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