De la diáspora de los intelectuales republicanos que provocó la guerra civil española, Uruguay fue a la vez fronda y rama sutil, fue seguro resguardo y cortés anfitrión. Al igual que con José Bergamín y Juan Ramón Jiménez, escritores españoles, la presencia de Rafael Alberti (El Puerto de Santa María, 1902-1999) y de su esposa María Teresa León (Logroño, 1903-Madrid, 1988) conforma uno de esos hitos que marcaron a fuego la cultura uruguaya del siglo XX.
Aconsejados por su amigo Pablo Neruda, Alberti y María Teresa pensaban radicarse en Chile, pero el destino los llevó a Argentina, donde las posibilidades del mercado editorial resultaban más auspiciosas. No habían pasado ocho meses cuando la pareja pisó tierras uruguayas, en octubre de 1940, un año antes de que naciera su hija Aitana. Desde...
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