Por primera vez en más de dos años, el fiscal de Corte –interino– Juan Gómez se tomó licencia. Pero no fue algo programado. Gómez sufrió un problema de salud que lo llevó a quedar internado en una mutualista privada. En principio, su ausencia se extendería hasta el 25 de enero, pero los estudios médicos determinaron que debe someterse a «un tratamiento prolongado» y la licencia se extendió por tiempo indefinido.
Su lugar fue ocupado, en forma interina, por la fiscal Mónica Ferrero, la más antigua en las fiscalías penales de Montevideo. Sin embargo, la situación dejó en evidencia, una vez más, la incapacidad del sistema político para consensuar la designación de un nuevo fiscal de Corte, lo que impacta directamente en un servicio clave para la persecución penal en Uruguay.
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