La Conferencia de Seguridad de Múnich, un evento anual celebrado este año entre el 14 y el 16 de febrero, fue el escenario elegido por el gobierno de Estados Unidos para poner sus cartas sobre la mesa. El vicepresidente J. D. Vance dijo todo lo que los europeos no quieren escuchar desde hace muchos años: condenó la política guerrerista de la Unión Europea (UE), hizo visibles las divisiones del bloque en torno a Ucrania y tiró un cable aVladímir Putin.
El vice de Donald Trump agregó que «la amenaza que más me preocupa con respecto a Europa no es Rusia, ni China, ni ningún otro actor externo; lo que me preocupa es la amenaza interna, el retroceso de Europa en algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con Estados Unidos».
Como parte de ese «retroceso» citó temas como el ab...
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