La literatura, la fotografía, el lenguaje, la arquitectura de las ciudades, la mística, el cine, la traducción, el judaísmo y la filosofía de la historia son algunos de los intereses que atravesaron la vida y los escritos de Walter Benjamin (1892-1940). Ante su ojo avizor, ante su prodigiosa sensibilidad crítica, cada fenómeno mostró aristas nuevas, pliegues descubiertos en la densidad de la materia observada. Reacio a escribir sobre sí mismo, su propia biografía se encuentra, sin embargo, dispersa en la amplia gama de textos que dejó tras de sí.
Una tarde, a finales de julio de 1932, poco después de haber cumplido 40 años, Walter Benjamin se registró en un hotel de Niza con el propósito de suicidarse. El canciller alemán Franz von Papen acababa de dar el golpe de Estado en Prusia (propici...
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