—Se va a cumplir un lustro del episodio en el que un padre mató a su hija creyendo que era un delincuente. También se ha visto cómo la presencia de armas de fuego hace que la violencia doméstica desemboque en lo peor. Además el porcentaje de armas adquiridas por sus dueños para defenderse de los delincuentes que terminan siendo usadas por estos para cometer sus crímenes es cada vez más alto. ¿Por qué, aun ante esta evidencia, los uruguayos se siguen armando?
—La subjetividad de las personas parece pesar con fuerza en esto. Se trata de sentimientos abonados por distintos actores. Los abonan los gobernantes, por ejemplo, cuando trasmiten esa idea de Estado fallido. Es decir que este sería un Estado que en determinados casos no te va a poder auxiliar. Entonces no estaría mal que te armes. Es...
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