Las linternas apuntan y danzan sobre los muros llenos de palabras, palabras que no dan la bienvenida, que ponen a los intrusos alerta. Con la brutalidad como arma, la orden como escudo y la impunidad como talismán, buscan un espacio por donde la luz avance hacia adentro, delatando el escondite. Son las 10 de la noche del 18 de setiembre de 1968. Diez mil efectivos del ejército mexicano se movilizan para ocupar el casco de la Ciudad Universitaria. Buscan frenéticamente arrestar a los dirigentes estudiantiles del Consejo Nacional de Huelga y quebrar así la resistencia al autoritarismo. Ese mismo día, en alguna cama de Ciudad de México, hace ya 50 años, moría el poeta León Felipe. Siendo español moría en su tierra, que era –como él mismo proclamaba– la tierra toda, y dejaba finalmente al vien...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate