Chile adoptó en 1999 un tipo de cambio libre-libre. Las autoridades plantearon que le correspondía al “mercado” determinar ese precio, en un marco de cuenta de capitales abierta. En los años precedentes se había aplicado una “flexibilidad sistemáticamente administrada”, para evitar excesivas fluctuaciones del tipo de cambio en respuesta a flujos financieros especulativos y altibajos de precios de exportación. Junto con ello regía una estricta regulación contracíclica de los flujos financieros.
En esos años (1990-98) la economía creció en promedio por encima del 7 por ciento anual, con una tasa elevada de empleo de trabajo y capital; en la mayoría de los años la economía operó cerca del pbi potencial.
Después de 1999, sólo en 2007, 2011 y 2012 la economía se situó cerca del plen...
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