En una nota de este semanario (véase “Crónica del ensañamiento con Salah Hamouri”, Brecha, 6-X-17) ya hemos referido el caso del joven abogado franco-palestino Salah Hamouri, preso en Israel bajo el dispositivo de la “detención administrativa”. Esta medida permite a las autoridades militares mantener detenida a cualquier persona sin explicaciones, sólo invocando “razones de seguridad” y sin que medie juicio alguno. La detención puede renovarse tantas veces como las autoridades lo decidan, y esto indefinidamente.
Salah Hamouri fue arrestado el 23 de agosto de 2017 por seis meses. Luego su detención fue prolongada por otros cuatro meses. Debería haber salido a fines de junio, pero tres días antes supo que permanecería preso tres meses más, por lo que pronto habrá estado encarcelado más de un año, sin saber por qué, sin poder defenderse y sin que sus abogados puedan tener acceso a su expediente durante todo ese lapso. Mientras tanto, su esposa, Elsa Lefort, y su pequeño hijo de 2 años siguen teniendo prohibida la entrada a Israel. En la cárcel, Salah puede recibir visitas de sus padres, que viven en Jerusalén, y del consulado de Francia.
Aparentemente la diplomacia francesa no logra la liberación del ciudadano francés, y el presidente Emmanuel Macron, que se jacta de sus buenas relaciones con el primer ministro Biniamin Netaniahu, no obtuvo ni siquiera una promesa de liberación.
Frente a esta situación insoportable para Salah, para su esposa, para su familia, ante el ensañamiento del gobierno israelí, y dado que la presidencia no volvió a tomar contacto con Elsa, diez personalidades francesas enviaron una carta a Netaniahu. En ella se proponen remplazar a Salah en prisión, es decir como rehenes voluntarios, a cambio de la libertad de su amigo. “Los diez para Salah” son personas mayores, en su mayoría jubilados: una senadora honoraria, un diputado honorario, un ex alcalde de la ciudad de Romans-sur-Isère, un ex presidente del departamento de Seine-Saint-Denis, un ex alto funcionario de la Onu, un ex gran reportero, un jefe de empresa, un ex abogado de París, la presidenta de las Ong por Palestina, y un militante de la Unión Judía Francesa para la Paz.1
Los que defienden a Salah desde el principio han subrayado la arbitrariedad de su detención, que tiene el propósito de presionarlo para que abandone Palestina y se instale en Francia. Por eso, ahora debemos decir que su detención hace de él un prisionero político: lo mantienen bajo custodia para castigar a alguien que lucha, con muchos, contra la ocupación y la colonización de territorios palestinos, para reprimir a alguien no por algo que hizo, tampoco por algo que esté a punto de hacer, sino por sus ideas, por su concepción de la paz y de un futuro para el pueblo palestino.
El gobierno israelí, que pretende ser –y que es– una democracia, sigue con su política de violencia (véanse los recientes acontecimientos en Gaza) y represión y, con Salah y los demás encarcelados niega los derechos humanos más elementales: a alguien que no fue enjuiciado ni condenado se le niega la libertad, el derecho de trabajar en la profesión para la que estudió, el derecho de tener una vida familiar y de que su hijo sea educado por su madre y por su padre.
La propuesta de “Los diez para Salah” es una respuesta a la actitud del gobierno francés que, hasta hoy, no hizo más que “lamentar” la detención de nuestro compatriota y “esperar” su pronta liberación. El presidente Macron ha recibido a Netaniahu tres veces en un año y se dijo que habló con él del caso de Salah. La conclusión que se puede sacar es que Israel se burla de Francia y/o que la autoridad de Francia en Oriente Medio no pesa nada. En los dos casos se plantea la misma pregunta: ¿por qué seguir manteniendo relaciones privilegiadas y amistosas con el jefe de un gobierno que se ensaña con un ciudadano francés, residente en Jerusalén este, y cuya única culpa es resistir pacíficamente la política de un Estado condenado varias veces por la “comunidad internacional”?
Con su iniciativa, “Los diez para Salah” han planteado ante la opinión pública francesa e internacional la responsabilidad de los dos estados en este caso de represión política.
- La carta y los nombres de los diez se pueden ver en: www.france-palestine.org/Dix-Francais-proposent-a-Netanyahou-de-prendre-la-place-de-Salah-Hamouri-en