—Hace unos años, tras el derrumbe del socialismo real, estuvo en auge dentro del campo teórico de la izquierda política la tesis de cambiar el mundo sin tomar el poder. Luego fuerzas de izquierda accedieron al gobierno vía electoral en varios países sudamericanos, pero evidentemente no se cambió el mundo. ¿Es tiempo de reformular ese enunciado?
—Fue correcto usar la vía electoral para revertir el modelo neoliberal. De hecho, es lo que el neoliberalismo hizo tras el golpe de Pinochet contra Salvador Allende en 1973. A partir de los ochenta, las fuerzas conservadoras globales abonaron el camino institucional con distintos rostros: el papa Juan Pablo II, Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Helmut Kohl y Felipe González. El problema para las fuerzas emancipadoras es que no se usaron las vacunas ...
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