Antes de su muerte, Idea Vilariño ya formaba parte de la historia de la literatura uruguaya, no solo por los versos de esa poesía íntima y personal, que encontró eco en los lectores, sino por los diversos proyectos que llevó a cabo en sus casi 90 años. Una vida que se cifró en el compromiso con la escritura y en la fidelidad a sí misma: «Mi poesía soy yo», declaró más de una vez y nadie dudó de la afirmación.
Luego de su muerte y con el paso de los años, han ido apareciendo varios textos que ayudan a comprender y a leer mejor su vida y su obra, piezas de un puzle que poco a poco van encastrando para develarnos en su imagen limpia y clara la coherencia que se corresponde en el binomio vida y escritura.
Primero fue el Diario de juventud (2013), con los textos que la poeta escribió en su diar...
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