El movimiento antifascista madrileño reactiva sus asambleas barriales, y amplía su base social y sus estrategias de lucha. La irrupción de una extrema derecha renovada, cada vez más inserta en los ámbitos político y social, obliga a repensar los frentes de acción ante los discursos de odio que buscan instalarse en los barrios obreros, aún golpeados por la crisis económica.
En el libro Antifa: el manual
antifascista,1 su autor, Mark Bray, historiador del antifascismo
y activista de Occupy Wall Street, sostiene que es necesario que la lucha se
readapte para derrotar una extrema derecha que resurge con nuevos ropajes, con
partidos políticos establecidos en los parlamentos y los gobiernos. La
publicación, que hace una radiografía de los movimientos antifascistas de 17
países, es una guía o...
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