A pesar de haber asumido en su discurso el camino de la “desinstitucionalización”, el Inau enfrenta un proceso de saturación en sus hogares de acogida, producto de una importante cantidad de ingresos en los últimos años de niños con situaciones que la flaca capacidad de la institución no permite asimilar. Los jerarcas buscan explicaciones al fenómeno y ensayan respuestas a corto plazo, mientras son denunciados ante la Institución Nacional de Derechos Humanos y el sindicato de trabajadores se declara “en alerta”. En el medio: niñas, niños y adolescentes pagan el pato del desborde.
Cuatro dormitorios con 18 camas. Cuatro baños con sus duchas. Dos pequeños salones para
el trabajo técnico y la recepción. Una sala de enfermería. Espacios de
despensa, ropería, lavadero; una pequeña cocina; un li...
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