La intempestiva incursión de Julio María Sanguinetti en el escenario electoral generó una sacudida en la interna de un Partido Colorado (PC) cuyo liderazgo está en disputa. En los pasillos de la casona de Martínez Trueba algunos visualizan que su presencia puede resultar positiva porque obliga a los candidatos de los otros sectores a perfilarse con mayor ahínco. Lejos de representar la visión de todo el partido, el ex presidente parece funcionar como un dinamizador de las propuestas alternativas a la suya. Hay quienes afirman que su retorno se debe al pedido de algunos dirigentes como el diputado Tabaré Viera (Espacio Abierto) que fueron a buscarlo para demandarle “un último sacrificio”. Según fuentes de Brecha, el ex mandatario estaba dispuesto a apoyar la candidatura del economista Ernes...
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