Primeramente, hay en Brújula una historia de amor entre dos universitarios, Sarah, una orientalista parisina de familia judía y Franz Ritter, un musicólogo vienés de madre francesa; una historia de amor cuya materia principal es la ausencia o el desencuentro y cuya rememoración por el protagonista va irrigando la narración de toda la novela. Hay también una historia sobre la traducibilidad de las historias de amor, siempre distintas y siempre una: Vis y Ramin, Tristán e Isolda, Majnún y Layla, Sarah y Franz. Hay igualmente una historia sobre un derrumbe físico y espiritual, sobre una vida que declina pero vuelve a palpitar en su recreación desordenada, durante una noche de insomnio en el invierno de Viena. Hay pantallazos sobre la vida familiar, o mejor dicho sobre la condición de hijo y ...
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