—Cuenten por qué hicimos el libro, cómo hicimos el libro…
La que alza la voz por encima del bullicio es Eugenia, una de las educadoras. En el Salón 2 hay alboroto. Algunas mujeres cuelgan guirnaldas de papel de diario del techo, mientras otras colocan una cortina de papel rosado brillante en la puerta. Juegan a pasar por ella mientras cantan «y todos me miran, me miran, me miran», de Gloria Trevi.
Las invitadas esperamos afuera del salón, sentadas en el pasillo. Romina, Paula y Oriana son las primeras en venir a presentarse. Oriana lo hace con dos besos. Romina me pide permiso para ponerme brillitos en la cara; ellas ya se los han puesto. Con delicadeza me coloca un puntito brillante a cada lado de los ojos y un tercero en la frente.
—Como Emilia Mernes [sonríe].
Empieza a levantar la temp...
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