La justicia hondureña condenó a siete personas por el asesinato de la militante ambientalista Berta Cáceres, y reconoció que fue asesinada, por orden de encargados de la empresa Desa, por luchar contra la construcción de una represa hidroeléctrica. Para la familia y las organizaciones populares, el fallo es un avance, pero “no satisface las exigencias de justicia”.
A Berta la mataron por luchar. En la noche del 2 de marzo de 2016, al menos dos sicarios armados entraron a su casa en la ciudad La Esperanza, en Honduras, y le dispararon a quemarropa. Al militante mexicano Gustavo Castro Soto, que también se encontraba en la casa, también le dispararon, pero sobrevivió.
Berta lideraba el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y era la voz más fuerte d...
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