La Fiscalía General de la Nación atraviesa uno de los procesos más álgidos de su historia. La fuerte discusión entre los fiscales Gabriela Fossati y Fernando Romano, en una oficina de Cerrito y Misiones, fue el resultado de las tensiones que se viven dentro del Ministerio Público y Fiscal y que se incrementaron en los últimos meses al influjo de las idas y vueltas del caso Astesiano. Y lo que podría ser un mero diferendo laboral puede convertirse en un conflicto que impacte en los cimientos de una institución clave en la persecución del delito.
Gabriela Fossati y Fernando Romano nunca fueron amigos ni tuvieron intenciones de serlo. Pensamientos distintos, formas de ser distintas. La puesta en marcha del actual Código del Proceso Penal los ubicó en posturas antagónicas: él en una línea pro ...
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