Desde que Annie Hall (1977) ganó cuatro premios Oscar, un Globo de Oro y cinco Bafta –luego hubo que ver sus cuatro películas anteriores– se convirtió en un privilegiado compañero de ruta –de cine– para más de una generación. Y a estas alturas hay ríos de tinta a propósito de Woody Allen y de sus películas. Pero siempre hay lugar para uno más. Escrito por Natalio Grueso, novelista y gestor cultural que fue director del Centro Niemeyer y estuvo al frente de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid, amigo personal del cineasta desde que éste recibió el premio Príncipe de Asturias en 2002, este libro revela ya en el título desde dónde se aproxima el autor al objeto de su escritura. La más incondicional y deslumbrada admiración.
El libro está dividido en 12 capítulos que recorren la vida de ...
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