El presidente Juan Manuel Santos suspendió el 29 de enero el diálogo de paz entre su gobierno y la guerrilla, aduciendo que ésta había violado la tregua pactada. El Eln acusa a su vez al gobierno de lo mismo. Algunos indican que la ruptura de la tregua responde a luchas internas en el grupo armado, donde tendrían –por el momento– más peso los sectores menos dialogantes. Mientras tanto, en Colombia siguen faltando las bases para construir un país con un mínimo de democracia y justicia social, y la población vuelve a sufrir a diario la guerra interna.
Pese al Acuerdo de Paz firmado entre el gobierno colombiano y las Farc en noviembre de 2016, Colombia sigue siendo uno de los países más violentos y agitados de la región; combina una crisis institucional de tal magnitud que el descrédito y la ...
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