Muerte en Paysandú
El inau presentó una denuncia ante Crimen Organizado por la muerte de una adolescente que participó en el episodio de la Casita del Parque.
Un caso con evidentes “contradicciones”. Hasta ahora esa es la palabra que mejor describe el contexto de la muerte de una de las adolescentes víctimas de explotación sexual en el caso de la Casita del Parque, en Paysandú. Y lo que llevó al inau a presentar una denuncia en el Juzgado de Crimen Organizado de Primer Turno, a cargo del juez Néstor Valetti. La chiquilina de 16 años murió en la cooperativa médica de la ciudad, adonde llegó trasladada por su cuñado luego de que la encontraran desvanecida en la cocina de la casa de su madre. Según se dijo en aquel momento, murió a causa del choque eléctrico que recibió al abrir la heladera, que no estaba conectada a tierra. Pero un peritaje técnico que llegó a oídos de las autoridades del inau dice que la descarga producida por el artefacto no es suficiente para matar a una persona.
Los hechos sucedieron en la madrugada del 16 de noviembre, y lo que podría haber sido una muerte trágica para una vida tan dura como corta, se convirtió desde ese mismo instante en un mar de especulaciones, donde rumor y realidad se mezclan fuertemente. El rumor fundamental es la posibilidad de que tras esa muerte estén las mafias vinculadas a la trata de mujeres, posibilidad que se apoya en una realidad innegable: Paysandú es desde hace más de dos décadas un enclave fundamental para estas organizaciones delictivas. De ese departamento surgen –o se vinculan con él– varias de las organizaciones que han sido desbaratadas en el último tiempo, incluso algunas con conexiones en Europa, destino de varias de las mujeres y niñas que comienzan a ser explotadas en el litoral. (Véanse Brecha, 26-VII-13 y 9-VIII-13.) Esta trenza de rumor y realidad se refuerza con un aspecto que corre por un delicado hilo: el caso que involucró a la joven ahora muerta determinó la prisión, por primera vez, de un personaje importante de la política local. Horacio de los Santos, entonces secretario general de la Intendencia sanducera, fue procesado por contribución a la explotación sexual de menores al haber ofrecido dinero para tener encuentros sexuales con una de ellas, según testimonio de adolescentes que participaron en la reunión de la Casita del Parque. Y se especula con que no es el único político cliente de estas redes. La idea de que personajes de la política son habitués de estos eventos y podrían verse comprometidos en un escándalo, corre en la peluquería y el almacén, pero también en los círculos institucionales directamente vinculados al tema –en Paysandú y en Montevideo– y aunque nadie lo expresa públicamente sí lo han hecho saber a Brecha en diferentes oportunidades.
SIN SABER. Una de las contradicciones más fuertes la aporta el contraste entre la información que maneja el inau –que afirma que el peritaje de la ute determinó que la corriente de 14 voltios que desprendía la heladera no es suficiente para matar–, y la que difundió la Policía a través del subjefe departamental, Héctor Muñoz, sobre la autopsia realizada. Según Muñoz, la Jefatura consultó sobre el resultado de la autopsia y le fue informado que se determinó “muerte por electrocución” “Realizamos la consulta por si debíamos tomar alguna iniciativa con respecto a alguna investigación. Pero no había nada inusual”, explicó a Brecha Muñoz, y también afirmó que en las actuaciones realizadas en el momento de la muerte no se hallaron “elementos” que indicaran que “podía haber una amenaza o un elemento externo dirigido hacia la familia o la adolescente infortunada. Hasta hoy no hay nada anormal para investigar”.
Por otro lado, el cuñado de la adolescente fue quien llegó a la casa alertado por la madre de ésta, y la trasladó al centro médico. Según declaró al diario El Telégrafo, “ella nunca estuvo ‘pegada’ a la heladera, sino que salió despedida y cayó detrás de un fogón, separado a un metro y poco de la heladera”, lo que hace presumir a la familia que “murió de un golpe grande en la cabeza y no por electrocución”, dijo esta semana la hermana, luego de que se conoció la denuncia del inau. Sin embargo, el voltaje resultante de la pericia tampoco habilitaría la hipótesis de un choque lo suficientemente potente para tirar a una persona.
“No puede quedar ninguna duda” sobre cómo fue la muerte, dijo a Brecha Luis Purtscher, presidente del Comité para la Erradicación de la Explotación Sexual de menores e integrante del inau. Y explicó también que al hacer “todo el recorrido” del caso, desde sus orígenes en la Casita del Parque, uno “puede suponer la presencia de una organización para delinquir” operando en Paysandú, de ahí que la denuncia fuera presentada en un juzgado del crimen organizado y no en una sede penal ordinaria. La misma suposición que desde hace más de 20 años ronda aquel departamento.