“No se puede sacar sangre de una piedra.” La sentencia está contenida en un cuento de la canadiense y Nobel de literatura 2013 Alice Munro (Wingham, Ontario, 1931), y fulgura estridente en la página toda vez que la propia narrativa de Munro persuade como su cabal desmentido. Vaya si esta canadiense lo logra, y vaya si nos deja en ascuas al hacerlo. Porque nada del universo físico es ajeno a su asombrosa perspicacia perceptiva, y hace manar lenguaje allá donde ponga sus ojos. De su admirada Flannery O’Connor, esta cita que bien podría pasar por suya –si en lugar de “novelista” remedáramos con “cuentista”–: “El principio del conocimiento humano se da a través de los sentidos, y el novelista empieza donde empieza la percepción humana. El escritor atrae por medio de los sentidos y no se puede ...
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