Entre bravuconadas y empujones, el presidente Donald Trump logró que México y Canadá aceptaran sus términos para un acuerdo comercial cuyos detalles están por conocerse, y cuya aprobación depende de un Congreso que en menos de un mes encara una elección reñida.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés) entró en vigor en 1994 después de años de negociaciones y de una batalla legislativa en la que el presidente demócrata Bill Clinton contó con más votos de los republicanos que de los demócratas.
La entrada en vigencia del Nafta –que coincidió con la insurrección zapatista en el sur de México– eliminó de inmediato los aranceles de más de la mitad de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, y de más de un tercio de las ventas estadounidenses a Méx...
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