Murió Héctor Manuel Vidal
El primer contacto que tuve con la creación de Héctor fue allá por 1975. Era El Galpón chico, el de la calle Mercedes. Un espectáculo de Club de Teatro, grupo en el que se formó y donde forjó sus inicios como director. La obra, nada inocente para el momento, era Rinocerontes, de Ionesco, con Víctor Newbery y quien fuera la esposa de Héctor, Pelusa Vidal. Recuerdo que esta obra escrita en 1955 se hacía recordando los treinta años del fin de la Segunda Guerra Mundial. Obviamente Ionesco siempre tuvo presente el mundo nazi que asoló Europa, y Rinocerontes es una alegoría sobre el totalitarismo, sobre diferentes totalitarismos. En un universo de hombres, el rinoceronte es el diferente. Pero cuando ese universo se puebla de rinocerontes, el hombre pasa a ser el distin...
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