En la punta de la pirámide, la atención sanitaria en Uruguay involucra a 90 institutos de medicina altamente especializada (Imae), a los que se les abonaron casi 4.400 millones de pesos en 2016. A una década del inicio de la reforma de la salud, en un sector en el que el gobierno asume que opera el lucro e incide el conflicto de interés, el reparto del dinero sigue siendo desparejo: el año pasado 6,9 por ciento de esos fondos públicos fueron a parar al Hospital de Clínicas, Asse y Sanidad Militar, mientras que el 93,1 por ciento se destinó a retribuir los procedimientos que realizó un sector privado que no es el mismo que en sus orígenes.
Ya en los años ochenta, cuando se creó, el modelo respondía a una visión empresarial de la salud. Pero si los Imae surgieron de la mano de asociaciones d...
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