Mucha agua ha corrido bajo el puente desde aquel histórico proceso que derivó en el primer Congreso del Pueblo en 1965, que reunió a más de 700 organizaciones de «diversas y extensas capas sociales» bajo un programa común «de solución a la crisis», en una década marcada por el auge de premisas como la lucha de clases y la subversión de la ideología imperialista, con la revolución cubana como principal mojón. Esto lo tiene claro el PIT-CNT, que, sin pretensiones de igualar la primera experiencia, propone una tercera edición del Congreso del Pueblo en setiembre, a 15 años del segundo, que pasó desapercibida, aunque no sin diferencias en su interna (véase «Choques tácticos entre varias estrategias», Brecha, 15-VIII-08).
El proceso actual parece caer en vicios similares a los de 2008, cuan...
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