Dien Bien Phu, considerada en su momento la mayor batalla desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, marcó el derrumbe de la Indochina francesa y ejemplificó la ineficacia del mando colonial que se jugó la vida de sus hombres y las perdió casi todas. Un mando sintetizado en la figura del coronel Christian de la Croix de Castries, que bautizaba las colinas del campo de batalla con los nombres de sus amantes parisinas. Nombrar es poseer, pensaba. Así fue que entre el 13 de marzo y el 7 de mayo de 1954, Gabrielle, Anne Marie, Beatrice, Eliane, Dominique, Huguette y Claudine fueron cayendo una tras otra en manos del Viet Minh.
En el Museo de la Revolución, en Hanoi, está la foto en la que este heredero de una familia noble que desde el siglo xiv le dio a Francia varios marqueses y algunos...
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