El 24 de agosto fue el Día Nacional del Payador, festejado la noche siguiente en Sala Zitarrosa, con una reunión de lo más improvisada. En ambos acontecimientos tuvo todo que ver el payador Juan Carlos López,1 que arrancó a los 20 años y hoy, con 68, sigue pensando que la rima, con sentido, entra. Y si uno la refuerza con buena literatura, opina, ni Mandinga la pudre.
—Despuntaste joven.
—A los 20 años, aunque a los 15 ya garabateaba algunas líneas, intentando ver por dónde venía la cosa. Unas lucecitas me decían que yo tenía algo que admiraba en los payadores, y cuando me di cuenta que era la habilidad de improvisar con métrica, descubrí que a eso había que agregarle conocimiento. Y el conocimiento estaba en los libros.
—¿Cómo definirías a un payador?
—Bueno, es un arte que se remonta a H...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate