«Contando las 22 iniciativas que se propusieron desde el 85 hasta la referida a la Ley de Urgente Consideración (LUC), las que llegaron a las urnas y las que quedaron por el camino, 16 fracasaron», computó, en su conversación con Brecha, el politólogo Felipe Monestier, integrante del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República y autor, entre otras cosas, del libro Movimientos sociales, partidos políticos y democracia directa desde abajo en Uruguay (1985-2004).1
Para Monestier, esta historia tuvo sus mariscales de la derrota: «Promoviendo recursos de democracia directa, durante los gobiernos del Frente Amplio [FA], a la derecha no le fue bien. Cosechó fracasos estruendosos. El éxito que logró al emplearlos fue colocar en la agenda a...
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