Desde la salida democrática y con diversos formatos, distintos think tanks han venido instalándose en Uruguay. Estas usinas de ideas, que proponen abordar distintas temáticas de la realidad, han procurado investigar sobre distintas temáticas y tratar de incidir en las decisiones políticas. En general, el vínculo entre estas organizaciones y los partidos políticos es indirecto. Los resultados de esa incidencia no están suficientemente evaluados, pero, a priori en el caso local, parecen dos espacios distintos y complementarios. De todos modos, el trabajo de los think tanks no se reduce a la generación de políticas públicas, sino que pretenden colaborar en la disputa por la hegemonía de sentido, provocar un contexto cultural favorable para las ideas que promueven. A pesar de que generalmente ...
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