Mientras esto escribo, la banda de sonido que ha elegido el DJ perverso que se aloja en mi cerebro es «Love Is in the Air», de John Paul Young. Y lo hace porque, mutatis mutandis, es perfecta: «El amor está en el aire, mires adonde mires/ El amor está en el aire, en cada suspiro y cada sonido/ Y no sé si estoy siendo tonto/ Y no sé si estoy siendo sabio/ Pero es algo de lo que estoy convencido/ Cuando te miro a los ojos./ El amor está en el aire, en el suspiro de los árboles/ El amor está en el aire, en el trueno sobre el mar/ Y no sé si solo estoy soñando/ No sé si me siento seguro/ Pero es algo de lo que estoy convencido/ Y está allí cuando gritas mi nombre./ El amor está en el aire, a la salida del sol/ El amor está en el aire, cuando el día casi terminó/ Y no sé si eres una ilusión/ No...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate