A más de 4 mil metros de profundidad, un pequeño robot se abre paso en la penumbra. Desde la superficie, científicos uruguayos y extranjeros operan el artefacto y transmiten, en tiempo real, imágenes de formas de vida que hasta ahora eran desconocidas o solo existían en registros. Corales, almejas, esponjas, pulpos de colores y peces son algunas de las especies captadas en pantalla. La expedición del Falkor (Too), frente a la costa uruguaya, abre una ventana a un ecosistema desconocido y de enorme valor para la ciencia.
A partir de hoy, cuando los científicos regresen a tierra firme, las muestras recolectadas se convertirán en la base de futuras investigaciones, pero también en patrimonio común: material biológico y geológico al que toda la ciudadanía debería tener acceso. Sin embargo...
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