La historia del arte uruguayo en la segunda mitad del siglo XX no se podría entender sin la figura del marchand Enrique Gómez (Montevideo, 1930). Su pasión por el arte trascendió el hecho comercial para dar cabida a manifestaciones culturales de alto nivel, “jugándose” por artistas jóvenes y desconocidos, incluso por aquellos en situación de reclusión y clandestinidad durante los tiempos de la dictadura cívico-militar. Por su legendaria galería U desfilaron las primeras muestras de Nelson Ramos, Adolfo Nigro, José Gamarra, Luis Solari, Magalí Herrera y casi todos los integrantes del llamado “dibujazo”, pero también por la pionera galería Arte Bella –que pronuncia a lo uruguayo, “arte beya”; no a lo italiano, “arte bela”, ni al castizo “arte belia”– y por la galería Diri (Lirolay en Buenos ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate