Dentro del tango, la fascinación que provoca en vocalistas contemporáneos el estilo vocal de hace muchas décadas tiene innumerables ejemplos. Cantantes como el argentino Cristóbal Repetto, ex vocalista del proyecto Bajofondo, o el uruguayo Tabaré Leyton –en mi opinión el mejor cantante de tango uruguayo en la actualidad– muestran una notoria inclinación por el estilo vocal de los años veinte y treinta del siglo pasado, homenajeando una y otra vez con emisión aguda y canto melismático (con esas “vueltitas” de la voz entonando una sílaba de la letra) a artistas legendarios como Agustín Magaldi y Carlos Gardel.
A ese grupo de vocalistas fascinados por el modo de cantar de hace 80 o 90 años se ha sumado Emilio Pigot, vocalista del trío Estilo Re Fa Si, desde la edición de su primer disco de 2012, Añoranzas. En este disco,1 La luz de un fósforo, Emilio está acompañado por el guitarrista José Planchón y el contrabajista Federico Montero, contando además con dos invitados de lujo como el pianista Julio Frade (en un tema) y el clarinetista Fabián Pietrafesa (en dos de los surcos).
A los amantes del tango “de antes” les encantará este disco. Es indudable que los tres músicos conocen muy a fondo el tango de los años veinte y treinta; cantan y tocan “como antes”, pero disfrutando del sonido inmejorable que asegura la tecnología de grabación contemporánea. Emilio Pigot vuelve a exhibir su voz prístina, de emisión potente y gran musicalidad. La guitarra y el contrabajo se mueven con soltura, en arreglos de buen gusto pero sin mayor vuelo.
El disco se escucha con placer de punta a punta, pero determinados surcos se destacan especialmente. Están muy bien “La luz de un fósforo” de Enrique Cadícamo y Alberto Suárez Villanueva; el precioso “Tres esquinas” de Enrique Cadícamo y Ángel d’Agostino; el clásico “Marioneta” de Armando Tagini y Juan José Guichandut, que llegara a cantar Gardel, pero que se ha convertido en un clásico en la versión muy posterior del gran Floreal Ruiz; y la excelente lectura de “Barrio reo” de Alfredo Navarrine y Roberto Fugazot, un tango identificado con la fenomenal interpretación de Carlos Gardel. En este último caso el desafío era muy grande, pero Emilio Pigot sale airoso. No sucede lo mismo con el fox-trot “Manos brujas”, de autoría de José María Aguilar, guitarrista acompañante de Gardel. La versión del zorzal criollo es tan descomunal que realmente a Pigot (y a cualquier otro cantante) se le vuelve demasiado difícil defender esa canción.
Este segundo disco de Estilo Re Fa Si fue grabado en 2017 en Estudio Dos Reis por Álvaro Reyes, con excepción de “Barrio Reo”, que fue grabado en Sondor por el siempre eficiente Gustavo de León. Es un disco más que interesante, con un repertorio muy bien elegido y la interpretación sapiente y respetuosa de un trío que sabe muy bien cómo homenajear a la primera oleada de cantantes de tango que existieron en el Río de la Plata.
- La luz de un fósforo. Estilo Re Fa Si, 2017.