El ex presidente peruano logró ser reelegido, luego de una desastrosa primera presidencia, al precio de forjar una íntima relación con los grandes empresarios. Hoy está más solo que nunca. Ni sus socios empresarios, ni muchos de sus partidarios lo apoyan en esta hora crucial. Todo parece indicar que es el fin de su carrera política y el comienzo de su camino a las rejas.
Alan García salió como entró de la residencia del embajador uruguayo en el barrio San Isidro, de Lima: subrepticiamente. Allí permaneció sólo 16 días, a partir del 17 de noviembre, cuando solicitó asilo afirmando ser un perseguido político en su país.
La táctica, algo desesperada, de buscar protegerse en otro país de varias investigaciones de corrupción que señalan a su segundo gobierno (2006-2011) no prosperó. Ahora sabem...
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