Incluso el ministro de Educación admite que la educación virtual ha acentuado la desigualdad educativa. Ya hay datos que cuantifican el fenómeno. Para el nuevo presidente del Plan Ceibal, está claro que la virtualidad sólo puede ser un complemento. La experiencia ha significado esfuerzos adicionales para docentes, familias y alumnos que están logrando disminuir las brechas iniciales. Paradójicamente, además, en algunos casos la emergencia parece haber intensificado los vínculos.
Nadie tiene
dudas de que la educación a distancia llegó para
quedarse. Sin embargo, la pandemia mostró que Uruguay tiene varias cosas que resolver
si pretende que el uso sistemático de las nuevas herramientas no agrave las
desigualdades.
“Hoy el
sistema educativo tuvo que aprender a nadar en medio del agua”, reflex...
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