A la luz de los últimos acontecimientos, ¿qué análisis hace de la decisión de Talvi, alguien que había estado lateralmente vinculado a la política, como líder del sector de uno de los partidos con más historia del país?
—Creo que para contestar bien esa pregunta hay que tener presente la circunstancia en la que se encontraba el partido cuando surgió la perspectiva de la candidatura de Talvi. Era un partido que estaba acéfalo luego de que Pedro Bordaberry renunciara al ejercicio del liderazgo que había ganado en las elecciones internas de 2014 y anunciara que no sería candidato en la próxima elección presidencial. Era una situación de acefalia apenas mitigada por el hecho de que el expresidente Sanguinetti aparecía participando en las actividades de su sector, pero hasta ese momento tampoco...
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