En 1934 la revista deportiva Rush llevó adelante una de las iniciativas más audaces de su tiempo: la inclusión de una mujer cronista de fútbol capaz de entrevistar semana a semana a destacados jugadores de primera división. La elegida fue Giselda Zani, una muchacha de 25 años que, a la usanza de la época, firmaba con el apellido de su marido, Welker. Así la presentaba la revista en su número 33: «Con un interesante reportaje al Botija Bengoa, inicia sus colaboraciones en Rush la escritora Giselda Welker. La mujer va conquistando escalones sucesivos en esta inquietante y anhelosa vida moderna, y no es extraño que entre también en el campo de la crítica deportiva, reservado hasta ahora en nuestro medio y sin ninguna razón a la actividad varonil. Giselda Welker, la animosa y dinámica escritor...
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