Las negociaciones para formar un gobierno todavía están en curso. El resultado más probable es la formación de un gobierno dirigido por el Likud de Benjamin Netanyahu que incluya el partido de ultraderecha Sionismo Religioso, así como dos partidos religiosos ortodoxos que son viejos aliados del Likud, conformando así una coalición de ultraderecha.
Esta coalición, además de ser de derecha en el sentido clásico israelí de un alto compromiso con el sionismo militante, despiadado en el desarrollo de la colonización judía y la limpieza étnica de la tierra palestina, también está contaminada con valores sociales reaccionarios: racismo (dirigido contra todos los no judíos), misoginia, homofobia y oscurantismo religioso, con una clara veta de mesianismo. El socio más tóxico en esta coalición es su...
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