La propaganda electoral y los discursos políticos vienen siendo analizados por iniciativas que buscan demostrar cuánto hay de falso y cuánto de cierto en sus contenidos. Uno de estos emprendimientos, Verificado, anunció que comenzará a abordar los memes y otras piezas humorísticas que circulan en las redes sociales. En esta línea acaba de surgir la consultora Comprobado, que se presenta como “la mejor de todas descubriendo fake news y chanchullos”.
“Lo de la ola esperanza es falso, porque si la esperanza fuese una ola, mucha gente se ahogaría y moriría”, afirmó el sociólogo Jorge Real de Azúa, director de Comprobado, al abordar el último yingle del Frente Amplio. Y añadió: “Además, en una parte dice ‘la ola me llama’, lo cual es técnicamente imposible, porque las olas, como ondas que se desplazan por mares, océanos y ríos, no tienen la capacidad del habla, por lo que tampoco pueden llamar a nadie”.
Real de Azúa apuntó también contra la oposición al señalar que “hay nombres de partidos que desinforman y confunden, porque ya no queda gente en el Partido de la Gente ni independencia en el Partido Independiente, y en Cabildo Abierto son bastante cerrados”. “Hasta la música popular está llena de mentiras”, enfatizó el sociólogo con rostro pícaro, para luego explicar: “Eso de que ‘cuando juega Uruguay corren tres millones’ es otra burda fake news, primero porque según el último censo somos 3.529.014 habitantes, y no tres millones exactos. Pero además porque hay muchos compatriotas que, por situaciones de discapacidad u otras dificultades físicas, están impedidos de correr. Incluso muchos uruguayos, aun pudiendo hacerlo, eligen no correr cada vez que juega la selección”. Y reveló: “Por esto, Jaime Roos ya fue denunciado internacionalmente y pedimos su orden de captura”.La empresa de Real de Azúa también está luchando contra la información falsa en el cine. “En Mi pobre angelito se supone que los padres de Macaulay Culkin no pueden comunicarse con él por teléfono porque no hay electricidad, pero al rato Kevin llama al delivery para pedir una pizza… ¡Cualquiera!”, exclamó el sociólogo con ojos desorbitados y un poco de espuma en la comisura de sus labios. “Como dijo no me acuerdo quién, hoy manda la inexactitud”, concluyó el director de Comprobado antes de despedirnos y nos entregó una tarjeta con su nombre: Roberto Real de Azúa.