Con precios que superan todos los récords, pagar el alquiler se ha vuelto imposible para un creciente número de argentinos, en especial, en Buenos Aires. Mientras que los más pobres terminan en la calle, otros se debaten entre volver al hogar familiar o recurrir a opciones más precarias y temporales.
Después de
casi cinco años de alquilar sola, Camila se vio
obligada a volver a la casa de su madre en el conurbano bonaerense. Belén, una
joven docente de 28 años, también alquilaba, pero el año pasado por la
situación económica tomó la decisión de convivir con su novio para ahorrar
gastos. En febrero se separó y el destino fue el hogar de su padre y madre.
Bruno estudia abogacía en la capital, en donde también trabaja. Tuvo que volver
al barrio de Haedo, al oeste de la provincia de Buenos Air...
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