Ernesto Díaz y Alessandro Podestá sacaron un disco nuevo, esta vez acompañados de Guzmán Rivero. Salió el 6 de enero, justo como un regalo de Reyes para el niño que los adultos y las adultas tenemos guardado en el corazón.
De la piedra de allá1 tiene un aire a Simon & Garfunkel, por momentos trae a los Beatles, pero lo que prima durante las ocho canciones que lo componen es nuevo, es de ellos. Tiene en las voces la melancolía charrúa de Darnauchans y algo del Brasil fronterizo.
Es un disco hecho de sensaciones. Suena como impresiones sobre la piel. Son canciones accesibles, despiertan empatía por su sencillez. Parecen cantadas en un líving, sin amplificación. Están llenas de nimiedades paradójicamente fundamentales. Todo lo que suena parece casual y a la vez puede sentirse el cuidado, el amor con el que cada elemento fue confeccionado. Tienen la magia del despojo, de la ausencia de soberbia de un disco que no pretende ser comercial. Estas canciones no pretenden nada más que su propia existencia, y eso las vuelve extraordinarias.
Aparecen varios géneros: milonga, rock, reggae –por mencionar sólo algunos–, mezclados siempre con mucha naturalidad. La instrumentación está basada en guitarra, bajo, batería y percusión, con la aparición frecuente de distintos instrumentos de viento y ocasionalmente cuerdas. Los elementos se suceden como un diálogo; hay ocasiones de virtuosismo, como el momento del solo de clarinete y el trombón en “La estiba”, pero nunca distraen. El conocimiento está usado con calidez, y el disco lo agradece: es fácil escuchar estas canciones.
En relación con las letras, De la piedra de allá es variado. Hay varios compositores involucrados además de Ernesto y Alessandro. Fernando Cortizo, cantautor oriundo de Juan Lacaze, compuso junto con Ernesto “Marcha rancho”, la que podría ser la canción más optimista del disco. “Sombra de los días a venir”, un poema de Alejandra Pizarnik intervenido con una estrofa nueva de Alessandro y Pablo Montauban, tiene una introducción con una reminiscencia amable de “Strawberry Fields Forever”, como el calorcito de un lugar conocido entre las novedades que traen estas canciones.
El disco sólo existe en formato digital (se puede escuchar en Bandcamp), y en oposición a esta apuesta tan sincronizada con los tiempos que corren, parece haber sido, más que lanzado, tirado al vacío de Internet. Sin pedir nada, el trío pide ser descubierto para poder ser escuchado. Será responsabilidad de los y las oyentes rescatar estas ocho canciones de la masa salvaje y saturada de las redes sociales. La escucha será un premio para los oídos atentos.
- De la piedra de allá. Ernesto Díaz, Alessandro Podestá y Guzmán Rivero. Edición independiente. Lanzamiento: 2019.