La madre de todos los privilegios está en la ley orgánica militar de 1974 y en sus modificaciones y agregados incorporados durante la dictadura. La necesidad de su modificación fue la excusa de una mayoría de diputados para rechazar un impuesto que hubiera reducido en algo los extremos escandalosos de las jubilaciones de los altos oficiales.
Sobrevolando la “insubordinación” del diputado Darío Pérez al mandato expreso del Frente Amplio, que hizo fracasar la aprobación del impuesto a las altas jubilaciones militares, se desplegó el debate en la sesión de la Cámara del martes 15, que exhibió una suerte de competencia por quién se destacaba más en la defensa de los privilegios de los altos oficiales, postura que “horizontalizó” a representantes de la oposición parlamentaria.
Salvo quizás la d...
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