La derrota electoral de los “progresismos” en Argentina y Venezuela, y la nueva coyuntura económica, animan a las fuerzas opositoras uruguayas a lanzarse a la búsqueda de acuerdos para desbancar a la izquierda en 2019. Las iniciativas todavía están verdes, aunque blancos y colorados ya acordaron que la Concertación no tendrá proyección nacional, como quería el empresario Edgardo Novick. Tampoco el Partido Independiente tendría demasiado eco para recrear un “espacio socialdemócrata”, mientras algunos blancos le sugieren que cree un “tercer polo” en alianza con los batllistas. Y mientras Lacalle Pou ya es coronado por los suyos como precandidato presidencial, no sucede lo mismo con Larrañaga en Alianza Nacional.
Con la salida del kirchnerismo de la Casa Rosada y el puñetazo parlamentario que...
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