Después del éxito de Doña Ramona, que se instaló en el circuito teatral los lunes, un día atípico para el teatro, Fernando Amaral se propuso redoblar la apuesta y utilizar el espacio de La Cretina de forma libre y experimental. Esta vez eligió un texto del dramaturgo argentino Daniel Veronese, quien transita con frecuencia por puestas de teatro comercial, pero que también se sumerge en textos más experimentales. En este caso, Espía a una mujer que se mata es una versión libre y contemporánea de Tío Vania, de Antón Chéjov. Ingresar al universo chejoviano un lunes a la noche en el Centro de Montevideo es una propuesta tan arriesgada como interesante.
El montaje se puede disfrutar sin saber cuál es el argumento de la pieza de Chéjov, pero ir con alguna lectura o información previa ayuda a org...
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